Los investigadores del Instituto Nacional de Alimentos han encontrado una solución que puede ayudar a combatir tanto la pérdida de alimentos como el desperdicio de alimentos: han generado una bacteria de ácido láctico natural, que secreta el péptido antimicrobiano nisina, cuando se cultiva en desechos lácteos.

La nisina es un conservante de grado alimenticio que puede extender la vida útil de los alimentos y, por lo tanto, puede usarse para reducir el desperdicio de alimentos. El descubrimiento también permite aprovechar mejor las grandes cantidades de suero que se generan cuando se elabora el queso.

La nisina está aprobada para su uso en una serie de alimentos, donde puede prevenir el crecimiento de ciertos microorganismos de deterioro, así como microorganismos que enferman a los consumidores. Por ejemplo, puede inhibir la germinación de las esporas en las sopas enlatadas y prevenir el soplado tardío de los quesos, sin afectar su sabor.

En teoría, se podría agregar nisina a la leche fresca para extender su vida útil. Sin embargo, los diferentes países tienen diferentes reglas que establecen a qué tipos de productos se les puede agregar nisina y en qué cantidades.

Paso adicional hacia una mejor utilización del suero